"¿Por qué me mira así? Esta grandísima hija de puta... Te lo di todo. No quisiste estar a mi lado, no quisiste quererme ni que te quisiera. Preferiste andar por ahí, con la puta de tu hermana y con las que me decías que eran tus amigas."
Se quedó callado, al fin pensativo. Minutos después continuó su extraño monólogo.
"Tú eras buena, no merecías acabar así, qué le vamos a hacer, yo no tengo la culpa."
Elena yacía ensangrentada, en el suelo de la cocina. Ya se había ido, y poco después él la siguió.
[Relatos en Cadena 27feb11]